Domingo sin haber salido, escucho Piramid Song

A altas horas de la madrugada, cuando todo lo que puede pasar será tan efímero que no te dará nada con lo que levantarte mas feliz, cuando sabes con certeza que estas esperando algo que allí donde te encuentras no encontraras, cuando a pesar de todo esto sigues esperando a que pase ese algo con el que poder pasar el rato, como una golosina cuando tienes hambre de cocido…A veces y solo a veces, la lucidez te hace cambiar de rumbo y te vas para casa a sabiendas de que si te quedas no es porque quieras sino porque no tienes nada mejor que hacer o como mínimo, eso piensas. Y no es que allí donde te encuentras no puedas encontrar lo que buscas pero lo que esta claro es que aunque sea el lugar que mas frecuentas para encontrarlo este no es el mas apropiado.

De camino a tu intimidad valoras esas noches en las que compartes, bebes, bailas, ríes, sueñas, te enamoras de estrellas fugaces (no porque desaparezcan sino porque tu dejas de mirarlas) y como en, esas noches, has conseguido encontrar afinidad que muchas veces ha acabado convirtiéndose en amistad. La amistad surge de la casualidad de encontrar afinidad social en otras personas. Eres amigo del que quiere como tu, del que piensa como tu, del que te complementa, del que te da cariño, del que eres capaz de hablar perfectamente, del que te sientes orgulloso y te encanta decirlo. Eres amigo de alguien cuando lo que tu muestras y lo que el otro muestra encajan de alguna forma en el momento y lugar adecuado…

El amor de pareja no se encuentra en lo que muestras si no en lo que te guardas, en lo que eres en la intimidad, en los errores y los defectos. Es imposible amar a alguien sin saber sus miserias, sin haber compartido intimidad y sobre todo es imposible amar al ser social que todos llevamos dentro y mostramos como tarjeta de bienvenida. Es imposible amar al que te gusta mucho ver, oír, al que te gusta como se mueve en el barullo. Porque el amor es tímido y elegante, el amor necesita al sol para darse a conocer. El amor es como una cometa que compras en tiendas cerradas pero que para usarla necesitas un espacio abierto. Es posible que detrás de la seducción, de la atracción, este escondido el amor pero hasta que esa atracción no sea libre el amor nunca hará acto de presencia.

La atracción es algo que se viste de fiesta, que se intuye y que se mima, que se busca y publicita. El amor es algo que se viste de incógnito, que huye y hace dudar, que tropieza y que necesariamente necesita que los árboles de su jardín sean podados. La seducción es una flor de jardín versallesco, cuidada con mimo y sustituida continuamente por otra flor mas nueva, el amor es un Carballo (Roble) que nace escondido en valles de mañanas frescas y noches templadas, en valles de difícil acceso y de belleza subjetiva.

Hoy he pensado que de tanto construir jardines ya nadie se acuerda de los bosques porque cada banco de piedra, cada sendero que creamos supone la destrucción de algun Carballo solitario que esperaba ilusionado pero pacientemente a que alguien se apoyara en su tronco.

Hoy la resaca es mas dura que nunca porque no me duele la cabeza por haber bebido, no estoy cansado por haber bailado, ni estoy cabreado por haberme dejado llevar demasiado. Hoy la resaca es mas dura porque he recordado sin necesidad de activar mi sangre, he pensado sin dopar mi mente…Hoy la resaca es mas dura porque no tengo nada a quien o que echarle la culpa.

En todo caso todo lo que opino o siento es tan etéreo y cambiante que no pienso hacerme demasiado caso. Hoy me he puesto a recordar las rocas de Menorca, los paseos en bici por el raval, las tardes al sol en la plaza mayor de Madrid, las locuras de los festivales, las noches eternas, las fiestas que he compartido con tantos seres olvidados, los viajes en tren, las palabras propias que el tiempo convierte en ajenas, los abrazos y los besos desintegrados y me he dicho que quiero mas porque espero que la próxima resaca sea aun mas dura, mas emocionante y mas dolorosa, de no ser así el sol reparador de las mañanas no tendría sentido, no le haría caso, y eso, es lo ultimo que quiero.

En mi cabeza las carreteras se van asfaltando al mismo tiempo que paso por ellas.





-VALENTÍN BARREIRA-