INTELEGIBLE

25-11-06


Durante todo este año no encontré ninguna palabra que me definiera por lo cual tuve que inventármela. Decidí sin demasiada discusión que era un ser Intelegible.

Nos hemos acostumbrado a no mostrar los defectos, a ser siempre divertidos y claros. Al hacerlo ocultamos algo tan importante que nos convertimos en un sucedáneo de lo querríamos encontrar. El desorden puede conmigo y de una genial idea, de apuntes histéricos que me alegran el ego y la inteligencia, surgen duendes que desordenan todo para que cuando quiero hacer uso de tan maravillosas conclusiones solo encuentre desajustes.

Con mas frecuencia de lo que me gustaría, pero quien sabe si menos de lo que necesito, me visita un duende. Un duende con mi misma cara e identidad que se apropia de mi al caer la noche y siempre, cuando estoy en mi habitación. Utiliza mis momentos de necesidad literaria, en los cuales no saco nada claro, para adueñarse de mi cabeza. Me pone los puntos sobre las íes, me coloca en mi sitio, me mete miedo, me dice que no soy nada y que no se hacer nada, me obliga a demostrarle lo contrario y a la vez anula los mecanismos que tengo para hacerlo. Para escapar de él, casi siempre utilizo la mismo táctica: Me asomo a la ventana y me fumo un cigarro. Cuando lo hago me susurra al oído:
-Si quieres escapar de mi tendrás que tirarte.
A veces sus palabras penetran tan fuerte, que sin que yo tenga nada que ver, mi cuerpo decide tirarse, se marea, se desvanece, localiza el punto justo donde se dará el último golpe, la cabeza se agacha, busca ese punto. A punto de hacerle caso a mi cuerpo miro para el cigarro, aun no esta acabado, le doy una calada, suelto el humo, me fijo en su recorrido ascendente, me río…. En ese instante el duende me lleva hacia adentro, me mete en cama. Me dice:
- Intenta dormir…
Le hago caso pero no soy capaz, se ha acostado a mi lado.… Me entra el apetito, voy a la cocina y nada mas comer el primer bocado de algo el duende desaparece….hasta la próxima vez.

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