(Es habitual en mi enamorarme de espaldas, de piernas, de miradas…Las ya famosas estrellas fugaces, pero hacia tiempo que no me pasaba de esta manera. Debe ser que se acerca la noche de San Lorenzo esa en la que puedes ver mas estrellas fugaces que nunca y con una intensidad que es difícil ver otro día. Debe ser eso, debe ser….)
Hoy ha sido uno de esos lunes que son el comienzo de algo y no el final de otra cosa. Me levante pronto, no pensé en “ella”, en ninguna, ni en salir, ni en pasarlo bien. El pasado fin de semana lo ocupé pensando en las cosas realmente importantes, pensé en mi futuro y en que hacer para lograr estar bien y descubrí cuales son los pasos que debo seguir para, ya no llegar, si no intentarlo.
Después de dos días con el corazón a cien debido al mucho esfuerzo que hizo mi mente para ordenar todos los pasos necesarios hacia mi objetivo, de tarde, ya en la tienda, me encontré bastante tranquilo. … El tiempo fue pasando muy rápido mientras escribía en un papel unos de mis habituales calendarios. Este me sirvió para plasmar de forma escrita todo lo que había pensado estos últimos días. Era un lunes perfecto, lleno de respuestas y falto de preguntas. Descanse un poco al observar que todo lo que puse y todo lo que tache era lo que realmente quiero y debo hacer……… y zas…..entraste.
Entraste casi de espaldas y te dirigiste directamente hacia unas Vans con velcro. Te reconocí enseguida a pesar de de hasta ese momento no eras ni un recuerdo del sábado. Si no llegas a aparecer nunca te nombraría al recordar este último fin de semana. El que maneja mi memoria te había borrado.
Llegaste acompañada de una chica que supuse que seria tu hermana. Nos dijimos hola y os pregunte si estabais buscando algo en particular. Lo dije como las maquinas de tabaco cuando dan las gracias. En mi mente había gran polémica entre los que te borraron de mi memoria y los que recriminaban esa actitud. Mi mente solo era capaz de pensar en quien eras y me mandaba como loca imágenes de nuestro encuentro del sábado. Mientras tanto un piloto automático se encargaba de realizar el trabajo inmediato. Yo no estaba en la tienda. Yo no se donde coño estaba.
Mi piloto automático resulto ser como una especie de Ben Stiller protagonizando una comedia romántica. Torpe, nervioso y alelado. En el fondo era compresible tu eres mucho mas guapa de Jennifer Aniston. Desde mi ausencia me enamore locamente de ti, no era capaz de dejar de mirarte pero tampoco era capaz de hacerlo del todo. Me pregustaste si tenia Vans de velcro de colores lisos. Te respondí que no las tenía. De forma nerviosa mi piloto automático soltó lo mismo que la había dicho al último cliente. Exactamente lo mismo. Mi piloto automático no sabe pensar:
-Sabes lo que pasa. Esta primavera se han vendido mucho las Vans y hay falta de stock. Hasta primeros de junio que me traigan todo lo de la campaña de verano no puedo pedir nada. De hecho ahora mismo me quedan muy pocos números de los modelos que tengo aquí.
Esto era cierto, pero siempre que había pasado algo parecido había llamado a Coruña para ver si en la tienda de allí les quedaban alguno de los modelos que me pide la gente, y justo contigo, no lo hice. Tú seguiste dando vueltas por la tienda mirando las zapas. Quise decirte algo y acabe repitiendo exactamente lo mismo que ya te había dicho con el plus de que al comienzo añadí un “es lo que te digo”. Te acercaste al mostrador (de donde no fui capaz de salir, normalmente nunca me quedo detrás de él) y comentaste algo de que era una pena. Miraste a la chica que te acompañaba y luego compartimos una mirada eterna que yo apague al instante. Sonrojado fije mi mirada en la zapatilla con velcro que habías utilizado para enseñarme que era lo que querías y te dije:
-Jo, las de velcro de colorines también son bonitas – y me reí de forma nerviosa. Estaba empezando a ser consciente de que me manejaba el piloto automático. A ti también te hizo gracia y me contestaste:
-Ya pero yo las estoy buscando lisas y de un solo color.
Que sonrieras fue el mejor regalo que pudiste darme. Eso y que tuvieras cierto nerviosismo, que pareciera que siempre estabas a punto de irte pero acabas mirando algo.-
-Bueno pues nada, es una pena. – me dijiste.
Te repetí que a partir de Junio me vendría más material. Asentiste con la cabeza y tu compañera te miro con cara de “habrá que venir”. Te ibas ya y yo no quería que te fueras. Te pare y os dije que cogierais unos flyers. Tú me contestaste que ya tenías que te los habían dado en el vademewcwn. En un larde de torpeza, me quede pensativo y te conteste medio dudando:
-Ostia pues entonces tuve que ser yo el que te los dio.
Pusiste cara de sorpresa, eso me descoloco y acabe diciendo:
-Si fui yo, seguro, lo que pasa es que hoy me afeite y a lo mejor por eso no te acuerdas.
Esto ultimo lo dije con una seguridad tremenda, mirándola fijamente, provocándola. Tú te quedaste un poco perpleja, yo me emocione y seguí hablando.
-Bueno pues ya que vais al vademecwn deciros que el sábado 26 pincho yo en el ruralita.
Al terminar la frase me volvió el nerviosismo. Algo dentro de mi quiso que dijera “me gustaría que vinieras” otra proponía escribirle esa fecha en la parte trasera de un flyer y mientras pensaba en que hacer, el piloto automático te dijo adiós y te fuiste.
Nada más quedarme solo en la tienda un escalofrío invadió mi cadera. Me quede dos minutos con una sonrisa tonta y al rato empecé a recordar nuestro encuentro del sábado. Poco a poco fui capaz de recuperar recuerdos y cuanto mas lo hacia mas tonto me sentía por no aprovechar el filón de la tienda para pedirte el teléfono, para ser amable contigo, para…
Eres esa chica que observe el sábado en el Ruralita. Se que fui solo al vademecwn pero el alcohol me impide saber porque. Se que baile un poco lo que ivan pinchaba y pronto decidí irme hasta el ruralita a sentarme y escuchar lo que pinchaba mi amigo Galis. Se que al entrar te mire como a tantas otras. Me acerque a Galis y me senté a su lado como si fuera su novia. El ruralita estaba casi vacío. Estaba yo en la esquina del pincha y estabas tú con más gente al otro lado bebiendo en la barra. Te volví a mirar, esta vez como solo miro a unas cuantas. Note que tú también me mirabas. Lo hacías de forma muy discreta, te note nerviosa. Estabas de perfil y de vez en cuando te girabas para mirarme. No se si lo hacías porque querías o porque querías que yo te dejara de mirar, no lo se, es posible que solo miraras curiosa a ese chico de barbas que se sentaba solo a escribir. En todo caso a mi me pareció que mirabas sin querer mirabas como si algo te llamara la atención sin que tu pudieras controlarlo ¿Cómo no me acordaba de esto hasta que llegaste?. Te mire, me gustaste y por consiguiente me puse a escribir para ti (Lo que escribí me lo acabaron robando, no puedo justificar que nuestro encuentro fue cierto)
¿Cómo es posible que mi mente haya tenido la desfatachez de borrar todo esto de mi memoria? Acabé de escribirte y decidí irme. Tu mirada es de las que me asustan porque casi no dicen nada pero crean curiosidad. No se me ocurrió mejor cosa que ponerme a repartir flyers de la tienda a todos los que estaban en el ruralita, no eran muchos y a ti te deje de ultima, o de penúltima no lo recuerdo bien. Al llegar a ti te mire y no fui capaz de fijar mi mirada en tus ojos pero tampoco fui capaz de dejar de mirarte. Le comente a la chica que estaba a tu lado lo que querría decirte a ti y tu seguiste mirándome sin cambiar la expresión de la cara que era seria, algo aburrida. Podía ser una muestra de lo que eras o de cómo estabas, podía ser una advertencia o una invitación a que te sacara. Eso me descoloco y ahora recuerdo que acabe diciéndote: “Tu seguros que no vienes”. Utilice tu misma táctica. Se que me puse algo nervioso y lo repetí hasta tres veces y tu solo me mirabas sin cambiar de expresión. Seguramente me olvide de ti en ese instante. Solo cabían dos posibilidades: que no quisieras saber nada de mi o que tu tampoco fueras capaz de asimilar porque nuestros ojos se buscaban. Mi mente, sin preguntarme siquiera se decanto por la primera.
Ya lo recordaba todo o casi todo. Me sentí inútil y bastante impotente. Conseguiste remover en mi interior cosas que tenias olvidadas y solo con tu presencia. Es posible que a todo esto ayudara el hecho de que no me acordaba de ti, es posible que también ayudara el hecho de volver a sentirme torpe ante una presencia femenina, no estoy del todo seguro. Quería volver a verte y actuar de forma normal.
Salí fuera a fumar un cigarro necesitaba volver a la realidad y tu amiga y tu pasasteis por la acera de enfrente. Me fije en tu forma de andar. Ibas muy rápido pisando fuerte, trasmitías gran seguridad y a la vez cierto nerviosismo. Volvió a pasarme un escalofrío. Apague el cigarro, me metí en la tienda, volví a salir. Te vi entrar en otra tienda y al rato volviste a salir. De repente tuve la necesidad de hacer algo y se me ocurrió llamar a Coruña para preguntar si tenían las zapatillas que tu querías. Estaba nervioso tenia que hacer antes de que volvieras a pasar por delante de la tienda para poder avisarte. Tardaron en contestarme y finalmente me comentaron que tenían un 38’5 de unas de color verde. Colgué rápido y salí en tu busca. Ya estabas lejos. Titubee, no supe si gritarte, salir corriendo y el tiempo que ocupe pensando a ti te sirvió para alejarte de mi vista….
Me volví a sentir como Ben Stiller y me metí dentro de la tienda. Digo yo que si en esas películas los protagonistas acaban encontrándose de nuevo en New York, malo será que no nos pase lo mismo a ti y a mi aquí en Vigo……
(A veces tengo una enorme necesidad de escribir sobre algún suceso que me ha ocurrido. Esas veces antepongo el hecho de tener que escribir al hecho de expresarme natural y espontáneamente con palabras y casi siempre el resultado no me satisface. Este es uno de estos casos)
Hoy ha sido uno de esos lunes que son el comienzo de algo y no el final de otra cosa. Me levante pronto, no pensé en “ella”, en ninguna, ni en salir, ni en pasarlo bien. El pasado fin de semana lo ocupé pensando en las cosas realmente importantes, pensé en mi futuro y en que hacer para lograr estar bien y descubrí cuales son los pasos que debo seguir para, ya no llegar, si no intentarlo.
Después de dos días con el corazón a cien debido al mucho esfuerzo que hizo mi mente para ordenar todos los pasos necesarios hacia mi objetivo, de tarde, ya en la tienda, me encontré bastante tranquilo. … El tiempo fue pasando muy rápido mientras escribía en un papel unos de mis habituales calendarios. Este me sirvió para plasmar de forma escrita todo lo que había pensado estos últimos días. Era un lunes perfecto, lleno de respuestas y falto de preguntas. Descanse un poco al observar que todo lo que puse y todo lo que tache era lo que realmente quiero y debo hacer……… y zas…..entraste.
Entraste casi de espaldas y te dirigiste directamente hacia unas Vans con velcro. Te reconocí enseguida a pesar de de hasta ese momento no eras ni un recuerdo del sábado. Si no llegas a aparecer nunca te nombraría al recordar este último fin de semana. El que maneja mi memoria te había borrado.
Llegaste acompañada de una chica que supuse que seria tu hermana. Nos dijimos hola y os pregunte si estabais buscando algo en particular. Lo dije como las maquinas de tabaco cuando dan las gracias. En mi mente había gran polémica entre los que te borraron de mi memoria y los que recriminaban esa actitud. Mi mente solo era capaz de pensar en quien eras y me mandaba como loca imágenes de nuestro encuentro del sábado. Mientras tanto un piloto automático se encargaba de realizar el trabajo inmediato. Yo no estaba en la tienda. Yo no se donde coño estaba.
Mi piloto automático resulto ser como una especie de Ben Stiller protagonizando una comedia romántica. Torpe, nervioso y alelado. En el fondo era compresible tu eres mucho mas guapa de Jennifer Aniston. Desde mi ausencia me enamore locamente de ti, no era capaz de dejar de mirarte pero tampoco era capaz de hacerlo del todo. Me pregustaste si tenia Vans de velcro de colores lisos. Te respondí que no las tenía. De forma nerviosa mi piloto automático soltó lo mismo que la había dicho al último cliente. Exactamente lo mismo. Mi piloto automático no sabe pensar:
-Sabes lo que pasa. Esta primavera se han vendido mucho las Vans y hay falta de stock. Hasta primeros de junio que me traigan todo lo de la campaña de verano no puedo pedir nada. De hecho ahora mismo me quedan muy pocos números de los modelos que tengo aquí.
Esto era cierto, pero siempre que había pasado algo parecido había llamado a Coruña para ver si en la tienda de allí les quedaban alguno de los modelos que me pide la gente, y justo contigo, no lo hice. Tú seguiste dando vueltas por la tienda mirando las zapas. Quise decirte algo y acabe repitiendo exactamente lo mismo que ya te había dicho con el plus de que al comienzo añadí un “es lo que te digo”. Te acercaste al mostrador (de donde no fui capaz de salir, normalmente nunca me quedo detrás de él) y comentaste algo de que era una pena. Miraste a la chica que te acompañaba y luego compartimos una mirada eterna que yo apague al instante. Sonrojado fije mi mirada en la zapatilla con velcro que habías utilizado para enseñarme que era lo que querías y te dije:
-Jo, las de velcro de colorines también son bonitas – y me reí de forma nerviosa. Estaba empezando a ser consciente de que me manejaba el piloto automático. A ti también te hizo gracia y me contestaste:
-Ya pero yo las estoy buscando lisas y de un solo color.
Que sonrieras fue el mejor regalo que pudiste darme. Eso y que tuvieras cierto nerviosismo, que pareciera que siempre estabas a punto de irte pero acabas mirando algo.-
-Bueno pues nada, es una pena. – me dijiste.
Te repetí que a partir de Junio me vendría más material. Asentiste con la cabeza y tu compañera te miro con cara de “habrá que venir”. Te ibas ya y yo no quería que te fueras. Te pare y os dije que cogierais unos flyers. Tú me contestaste que ya tenías que te los habían dado en el vademewcwn. En un larde de torpeza, me quede pensativo y te conteste medio dudando:
-Ostia pues entonces tuve que ser yo el que te los dio.
Pusiste cara de sorpresa, eso me descoloco y acabe diciendo:
-Si fui yo, seguro, lo que pasa es que hoy me afeite y a lo mejor por eso no te acuerdas.
Esto ultimo lo dije con una seguridad tremenda, mirándola fijamente, provocándola. Tú te quedaste un poco perpleja, yo me emocione y seguí hablando.
-Bueno pues ya que vais al vademecwn deciros que el sábado 26 pincho yo en el ruralita.
Al terminar la frase me volvió el nerviosismo. Algo dentro de mi quiso que dijera “me gustaría que vinieras” otra proponía escribirle esa fecha en la parte trasera de un flyer y mientras pensaba en que hacer, el piloto automático te dijo adiós y te fuiste.
Nada más quedarme solo en la tienda un escalofrío invadió mi cadera. Me quede dos minutos con una sonrisa tonta y al rato empecé a recordar nuestro encuentro del sábado. Poco a poco fui capaz de recuperar recuerdos y cuanto mas lo hacia mas tonto me sentía por no aprovechar el filón de la tienda para pedirte el teléfono, para ser amable contigo, para…
Eres esa chica que observe el sábado en el Ruralita. Se que fui solo al vademecwn pero el alcohol me impide saber porque. Se que baile un poco lo que ivan pinchaba y pronto decidí irme hasta el ruralita a sentarme y escuchar lo que pinchaba mi amigo Galis. Se que al entrar te mire como a tantas otras. Me acerque a Galis y me senté a su lado como si fuera su novia. El ruralita estaba casi vacío. Estaba yo en la esquina del pincha y estabas tú con más gente al otro lado bebiendo en la barra. Te volví a mirar, esta vez como solo miro a unas cuantas. Note que tú también me mirabas. Lo hacías de forma muy discreta, te note nerviosa. Estabas de perfil y de vez en cuando te girabas para mirarme. No se si lo hacías porque querías o porque querías que yo te dejara de mirar, no lo se, es posible que solo miraras curiosa a ese chico de barbas que se sentaba solo a escribir. En todo caso a mi me pareció que mirabas sin querer mirabas como si algo te llamara la atención sin que tu pudieras controlarlo ¿Cómo no me acordaba de esto hasta que llegaste?. Te mire, me gustaste y por consiguiente me puse a escribir para ti (Lo que escribí me lo acabaron robando, no puedo justificar que nuestro encuentro fue cierto)
¿Cómo es posible que mi mente haya tenido la desfatachez de borrar todo esto de mi memoria? Acabé de escribirte y decidí irme. Tu mirada es de las que me asustan porque casi no dicen nada pero crean curiosidad. No se me ocurrió mejor cosa que ponerme a repartir flyers de la tienda a todos los que estaban en el ruralita, no eran muchos y a ti te deje de ultima, o de penúltima no lo recuerdo bien. Al llegar a ti te mire y no fui capaz de fijar mi mirada en tus ojos pero tampoco fui capaz de dejar de mirarte. Le comente a la chica que estaba a tu lado lo que querría decirte a ti y tu seguiste mirándome sin cambiar la expresión de la cara que era seria, algo aburrida. Podía ser una muestra de lo que eras o de cómo estabas, podía ser una advertencia o una invitación a que te sacara. Eso me descoloco y ahora recuerdo que acabe diciéndote: “Tu seguros que no vienes”. Utilice tu misma táctica. Se que me puse algo nervioso y lo repetí hasta tres veces y tu solo me mirabas sin cambiar de expresión. Seguramente me olvide de ti en ese instante. Solo cabían dos posibilidades: que no quisieras saber nada de mi o que tu tampoco fueras capaz de asimilar porque nuestros ojos se buscaban. Mi mente, sin preguntarme siquiera se decanto por la primera.
Ya lo recordaba todo o casi todo. Me sentí inútil y bastante impotente. Conseguiste remover en mi interior cosas que tenias olvidadas y solo con tu presencia. Es posible que a todo esto ayudara el hecho de que no me acordaba de ti, es posible que también ayudara el hecho de volver a sentirme torpe ante una presencia femenina, no estoy del todo seguro. Quería volver a verte y actuar de forma normal.
Salí fuera a fumar un cigarro necesitaba volver a la realidad y tu amiga y tu pasasteis por la acera de enfrente. Me fije en tu forma de andar. Ibas muy rápido pisando fuerte, trasmitías gran seguridad y a la vez cierto nerviosismo. Volvió a pasarme un escalofrío. Apague el cigarro, me metí en la tienda, volví a salir. Te vi entrar en otra tienda y al rato volviste a salir. De repente tuve la necesidad de hacer algo y se me ocurrió llamar a Coruña para preguntar si tenían las zapatillas que tu querías. Estaba nervioso tenia que hacer antes de que volvieras a pasar por delante de la tienda para poder avisarte. Tardaron en contestarme y finalmente me comentaron que tenían un 38’5 de unas de color verde. Colgué rápido y salí en tu busca. Ya estabas lejos. Titubee, no supe si gritarte, salir corriendo y el tiempo que ocupe pensando a ti te sirvió para alejarte de mi vista….
Me volví a sentir como Ben Stiller y me metí dentro de la tienda. Digo yo que si en esas películas los protagonistas acaban encontrándose de nuevo en New York, malo será que no nos pase lo mismo a ti y a mi aquí en Vigo……
(A veces tengo una enorme necesidad de escribir sobre algún suceso que me ha ocurrido. Esas veces antepongo el hecho de tener que escribir al hecho de expresarme natural y espontáneamente con palabras y casi siempre el resultado no me satisface. Este es uno de estos casos)
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.-ANTON BARREIRA-
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2 comentarios:
Ay!, me encanto lo que escribiste, y tu manera de escribir, la verdad es genial!.
No siempre tenemos la suerte de que nos sucedan cosas asi... y la verdad es que es genial!.
Necesitaba decirtelo. Es que andaba en google buscando vans con avrojo y me entro tu blog y no pude parar de leer, aunque comunmente hubiese cambiado de pagina... Lograste que siga leyendo!. Tenes todos mis aplausos!.
Besos. Miich.
www.fotolog.com/lostintheway
Ay!, me encanto lo que escribiste, y tu manera de escribir, la verdad es genial!.
No siempre tenemos la suerte de que nos sucedan cosas asi... y la verdad es que es genial!.
Necesitaba decirtelo. Es que andaba en google buscando vans con avrojo y me entro tu blog y no pude parar de leer, aunque comunmente hubiese cambiado de pagina... Lograste que siga leyendo!. Tenes todos mis aplausos!.
Besos. Miich.
www.fotolog.com/lostintheway
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